Trabajo cooperativo

Frente a la grave situación y las consecuencias que afectaron el sector de la construcción tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en España, el modelo tradicional empresarial conocio una transformación para atender las necesidades actuales. 

El modelo cooperativo se plantó como una alternativa para el ejercicio profesional del arquitecto y permitió descubrir nuevos roles profesionales emergentes y compartir un abanico más amplio de perfiles adecuados a las habilidades, capacidades y conocimientos de los profesionales.

Asi las cooperativas son sociedades, con plena autonomía y bajo los principios de la libre adhesión y de baja voluntaria, con capital variable y gestión democrática. Creemos que una actividad empresarial de base colectiva suma destrezas y conocimientos que mejoran nuestros servicios. Una empresa de propiedad conjunta y de jerarquía horizontal motiva y dignifica al trabajador. Y pensamos que puede poner en práctica un nuevo paradigma del ejercicio profesional, más inclusivo y solidario, tanto para los profesionales como para los que requieren de nuestros servicios, es decir, la población en general y no sólo a los que pueden pagar.

Sobre esta base nació el coworking (en español cotrabajo, trabajo cooperativo o trabajo en cooperación) una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores, y pymes de diferentes sectores, compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente, a la vez que fomentan proyectos conjuntos. El neologismo «cotrabajo» es la traducción al español del término coworking, pero el uso directo del anglicismo es casi más aceptado que el propio término «cotrabajo».

El coworking permite compartir oficina y equipamientos, y constituye una propuesta más elaborada que los de los denominados «cibercafés» y centro de negocios, entornos en los que también se cuenta con conexión a Internet.

El trabajo cooperativo fomenta las relaciones estables entre profesionales de diferentes sectores que pueden desembocar en relaciones cliente-proveedor. En todo caso es frecuente que se genere un sentimiento de pertenencia a una comunidad, más allá de las vinculaciones efectivas, entre los trabajadores que frecuentan los espacios de coworking.

Los centros de trabajo cooperativo destinados principalmente a profesionales de Internet, diseñadores, programadores, arquitectos, fotógrafos, escritores, periodistas, etc., proporcionan, generalmente, un escritorio individual, acceso a internet y otros servicios.

Sin embargo, el carácter flexible y práctico de este tipo de espacios, permite a muchos profesionales establecer un lugar permanente de trabajo, sin ataduras asociadas a contratos por servicios y suministros, dónde la permanencia mínima puede cambiarse con facilidad.

Ligado a este concepto de permanencia dentro de un espacio coworking, es importante hacer resaltar el factor geográfico, el cual juega un papel muy importante aunque no definitivo para la elección del espacio más apropiado. El ahorro de tiempo en transporte y el coste asociado, son beneficios que el coworking acerca a los usuarios de la zona en la que se encuentra localizado el propio espacio.

El trabajo cooperativo ofrece una solución para el problema de aislamiento que supone para muchos trabajadores independientes, o incluso microempresas, la experiencia del trabajo en casa.

En Barcelona, el movimiento coworking ha tenido un mayor impacto a nivel social, donde el 60% del total de todos los coworkings en Cataluña se ubican en la capital catalana. Según destacan en CoworkingSpain, en España hay al menos 726 espacios de coworking (para 2015) y donde Barcelona se muestra como la ciudad con mayor densidad del país. Asimismo, revistas especializadas en negocios, como Quartz, han señalado a Barcelona y Las Palmas como las mejores ciudades españolas para hacer coworking.

Barcelona es reconocida por ser una de las ciudades más multifacéticas del mundo, y esto ha servido para que un movimiento como el coworking haya logrado una evolución sostenida. Los 10 distritos y 73 barrios que componen Barcelona, destacan por sus cualidades particulares. Entre ellos, el distrito de Gràcia es reconocido por su enfoque cultural, lo que le ha valido su asociación con la movida artística de la ciudad. La restauración, las actividades artesanales y de diseño, artísticas y musicales, no sólo son la seña de Gràcia, sino también la esencia de su motor económico. Por otra parte, el distrito del Eixample, corazón de Barcelona, donde se establecen los puntos de conexión de la ciudad y sus distritos. De suma importancia también el distrito de Sant Martí, sede de las principales productoras audiovisuales de la región como Barcelona Televisió, Este distrito ha atravesado distintas reformas que lo han convertido en uno de los parques tecnológicos más atractivos e innovadores, proyectando a Barcelona como una de las ciudades europeas más completas en este ramo.

Quizá la entidad más importante para la promoción del coworking, tanto en Barcelona como en toda Cataluña, sea la Associació Coworking de Catalunya (COWOCAT). Su misión es difundir la filosofía y el concepto coworking, así como establecer marcos colaborativos con la Administración, las universidades y las empresas privadas


Mas info: http://www.cowocat.cat/

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