Mucho se ha hablado del Real Decreto de Autoconsumo que se aprobó finalmente en otoño de 2015. Un decreto que, en líneas generales, pone trabas a la producción de energía solar y reduce su rentabilidad a través de diferentes peajes. Sin embargo, gracias a un cambio de última hora, se suavizaron las condiciones para las instalaciones de autoconsumo domésticas.
Esta es, pues, la pregunta que debemos hacernos: ¿Es finalmente rentable instalar energía solar fotovoltaica en casa? A modo de adelanto, sí, aunque con algunos matices que ahora veremos.
¿Sale rentable instalar una placa solar en el tejado?
Una buena manera de reducir nuestra factura de la luz es instalar una placa solar en nuestro tejado o jardín (si tenemos una vivienda unifamiliar, claro), algo relativamente sencillo y económico.
Por ejemplo, un kit básico para el autoconsumo, compuesto por un panel solar de 250W, un inversor y una estructura para montar en el techo viene a costar unos 600 euros. Su producción orientativa es de 350kWh al año, que es la cantidad de energía eléctrica que dejaríamos de pagar en la factura.
Haciendo un cálculo rápido, con el precio de la electricidad en torno a 0,13 euros/kWh (0,165 euros con impuestos), nos ahorraríamos casi 60 euros al año, así que en 10 años habremos amortizado la instalación, y los paneles tienen una vida útil estimada de 25 años.
¿Cómo afecta aquí el Real Decreto?
Resulta que el decreto tiene previsto un peaje de respaldo compuesto de una parte fija y una variable. Esos peajes introducen un coste añadido a la potencia contratada y otro a la energía que consumimos de nuestra propia instalación (aproximadamente 0,06 euros/kWh), lo que hace que, para la misma instalación, el ahorro anual sea de solo 35 euros, y la amortización se aleje a los 17 años.
Sin embargo, según se indica en el apartado 3 de la disposición transitoria primera:
“Los consumidores acogidos a la modalidad de autoconsumo tipo 1 conectados en baja tensión cuya potencia contratada sea inferior o igual a 10 kW (lo normal en una vivienda) estarán exentos del pago del cargo transitorio por energía autoconsumida previsto en este apartado.”
Por otro lado, por el tipo de instalación del que se trata, y según explican en Energías Renovables,tampoco habría que pagar la parte fija del peaje de respaldo, sino simplemente la potencia contratada que ya pagamos.
Es decir, que si tienes una vivienda unifamiliar con menos de 10 kW de potencia (que es lo habitual), puedes colocar una instalación fotovoltaica de hasta 10 kWp (no se puede instalar más potencia de la contratada) y no deberás pagar peaje de respaldo alguno.
¿Cuántos paneles me sale a cuenta instalar?
Hay que tener en cuenta que, a medida que instalamos más paneles, estos serán menos rentables, ya que sus horas de producción (durante el día) no coinciden con los de mayor consumo (por la mañana y por la noche) y, por tanto, estaremos desperdiciando parte de la energía.
Así, antes de decidir el número de paneles que nos interesa instalar, es importante conocer en detalle nuestro consumo, algo que podemos hacer fácilmente con un medidor de consumo total (los hay por menos de 75 euros), y así saber cuál es nuestro consumo habitual en las horas de máxima producción solar.
¿Y si pongo baterías?
Otra posibilidad es instalar baterías, aunque en este caso, tal como indican en este otro artículo de Energías Renovables (supuesto B2), sí que tendríamos que pagar la parte fija del peaje de respaldo, que sería el resultado de multiplicar la potencia máxima de generación de nuestra instalación (en kW) por el peaje estipulado en el decreto (11,42 euros/kW al año).
Ese hecho, unido al mayor coste de las baterías y su mantenimiento, hace que los números no sean tan favorables. Pero veámoslos.
Por ejemplo, si compramos un kit de autoconsumo de 80kWh/mes (960 kWh al año) con un inversor de 1,5 kW (esa será la potencia instalada) que cuesta 3.200 euros, estaremos ahorrando unos 160 euros al año. A eso hay que restar los 17,13 euros de la parte fija del peaje de respaldo, de manera que el ahorro real es de 142,87 euros al año, lo que nos da un horizonte de amortización de más de 22 años.
Las baterías, pues, son solo una buena idea parauna instalación de autoconsumo desconectada de la red, donde nos ahorramos no solo el consumo, sino también el peaje de acceso del suministro, con unos plazos de amortización que se sitúan en torno a los 15 años.
Así que, de momento, tal y como están los precios de las instalaciones y de la electricidad,lo más aconsejable es instalar uno o dos paneles en el tejado, que nos ayudarán a reducir nuestra factura y son una inversión rentable a medio plazo.